lunes, 19 de marzo de 2007

SLITHER

El guionista y ahora director James Gunn ha tenido una pintoresca y muy irregular carrera. Con el excéntrico Lloyd Kaufman como mentor, Gunn comenzó escribiendo para el humilde estudio Troma Films, cuyas películas desafían descripción, aunque sus títu-los lo intentan con entusiasmo: "El Vengador Tóxico", "Los nazis surfis-tas deben morir", "Cuentos del retre-te" y mi favorita: "Tromeo y Julieta". Esta última marcó el debut de Gunn como guionista, y de algún modo lo-gró que su siguiente trabajo fuera adaptando "Scooby Doo" para cine. No obstante, luego de ese fiasco, Gunn regresó a sus raíces en el género de horror, escribiendo una competente actualización del clá-sico en "Amanecer de los muertos". Y ahora, empleando todo lo aprendido, Gunn debuta como director de una cinta "de estudio" con presupuesto suficiente para plasmar vívidamente su grotesco humor en la pantalla grande.





"Slither: La plaga" es, obviamente, un sincero homenaje a los cli-chés y convencionalismos del terror que Gunn evidentemente dis-fruta. Así podemos encontrar referencias a decenas de películas clásicas (y no tan clásicas) que van desde la original "La masa de-voradora" hasta "La mosca", sin olvidar la menospreciada joya "El terror llama a su puerta", de donde esta cinta toma prestado su argumento y su travieso sentido del humor.

"Slither: La plaga" se desarrolla en un pequeño pueblo de Texas, donde el adinerado Grant Grant (Michael Rooker) encuentra un extraño meteorito. Desde luego trata de investigar y, como resulta-do, un extraño gusano se incrusta en su pecho. Así comienza la gradual transformación de Grant, controlado por el bicho extrate-rrestre que inicia su extraño método de reproducción infectando a otros habitantes del pueblo y transformándolos en zombies ham-brientos de carne. Cuando el rústico Alguacil Pardy (Nathan Fi-llion) y Starla (Elizabeth Banks), la esposa de Grant, descubren el plan de la criatura, podría ser demasiado tarde...

El argumento suena ridículo, y sin duda lo es. Pero Gunn muestra notable destreza narrativa al ba-lancear los elementos dramáticos y humorísticos, de tal forma que se complementan eficientemente sin descuidar uno a favor del otro. Los personajes están bien dibuja-dos y sus relaciones son creíbles. El director y su elenco saben perfec-tamente bien cuándo deben tomar las cosas en serio y cuándo pueden reír-se del inherente absurdo de la trama. El elenco, por cierto, será más reco-nocible para aficionados al género fan-tástico. Como el Alguacil Pardy, Nathan Fillion emplea todos los trucos que le enseñó su papel del Capitán Reynolds en "Firefly" y "Serenity". Elizabeth Banks será más reconocida como Betty Brant en "Spider-Man", aunque ha tenido muy buenos desempeños en dramas independientes. Y Michael Rooker quedó indeleblemen-te identificado en la mente de muchos aficionados al horror con su extraordinaria interpretación en "Henry, retrato de un asesino".

Aunque los personajes y la trama de "Slither: La plaga" bastarían para hacerla modestamente recomendable, tengo que mencionar los extremos efectos especiales que se regodean con gran gusto en el exceso cómico, pero dejando lugar para un par de escenas genuinamente perturbadoras. Quizás no sean siempre realistas, pero la imaginación con la que se diseñaron compensa su escasa credibilidad, y desde la mujer grotescamente embarazada hasta el venado que invierte los papeles de cazador y presa, todos contribuyen a hacer de la película un jugoso plato que chorrea sangre y fluidos sin disculparse por ello.





Habiendo dicho eso, es evidente que esta película no es para todos los gustos; el humor es negrísimo, las imágenes son repulsi-vas y el tono general es travieso y subversivo. Pero de algún modo funciona, y creo que es gracias a que el drama humano nunca queda opacado por los monstruos. Además, Gunn añade ciertos detalles que bordean en lo brillante (como los demasiado breves atisbos que tenemos de la criatura en su hábitat original) y que prueban que hay talento real detrás de "Slither: La plaga".



La combinación de horror y comedia es peligrosa y puede resultar en un chasco espectacular. Pero cuando funciona es casi sublime, y aunque "Slither: La plaga" no está al nivel de "Temblores" o "Zombies party", se acerca bastante. Su comienzo es bastante flojo, pero eventualmente la historia y los personajes cobran vida y nos envuelven en sus complejas relajaciones (y en sangre y variadas mucosidades), evitando así ser la simple carne de cañón que hemos visto en otras películas. Con tanta basura de "terror" que contamina los cines modernos (como "Terror en la niebla", "Cuando un extraño llama" y "Alone in the dark"), es un placer ver una película que entiende el género y lo abraza sin comprometer sus principios, lo cual es razón de más para recomendarla. Sin embargo, espero que con "Slither: La plaga" el director James Gunn haya purgado su entusiasmo de fanático, y que su siguiente película cuente una historia más original. El resultado podría ser realmente notable.